viernes, 19 de marzo de 2010

Estigmas sociales de las enfermedades mentales

Una de cada cuatro personas sufre una enfermedad mental a lo largo de su vida. La sociedad, sin embargo, tiene una imagen muy negativa sobre estos enfermos.Si a la enfermedad mental le sumamos la reclusion en un centro penitenciario, entonces el estigma es doble.

El estigma sobre la enfermedad mental y las personas que la padecen surge de muchas maneras, y hay muchas formas de estigmatización, casi tantas como enfermedades mentales existen.
A quien tiene depresión se le considera débil de carácter y apática. Sufrir ansiedad se asocia con incapacidad de autocontrol. La esquizofrenia se liga a la violencia... El simple hecho de asistir a la consulta de un psicólogo o un psiquiatra supone ciertas preconcepciones sobre la persona, y de hecho se suele ocultar. El estigma tiene muchas fuentes, incluso las más cercanas a la persona. Familia, vecindad, amistades, incluso profesionales de la salud que la tratan pueden generarlo, y está presente en todas las facetas de la vida de la persona con enfermedad mental.

Vivienda y empleo

En la sociedad occidental, las personas que padecen una enfermedad mental están discriminadas en aspectos como el acceso a una vivienda o el mantenimiento del empleo.

Medios de comunicación

Los medios de comunicación son la fuente principal de información sobre la salud mental para el 90% de la población, especialmente la televisión y los periódicos.

Profesionales de la Salud

Profesionales de la salud, y especialmente en atención primaria y urgencias, son señalados por las personas con enfermedad mental como fuente de estigma.

Estigma institucional

En la mayoría de los países del mundo, los programas de salud mental cuentan con muy pocos recursos económicos.

Estigma familiar

La estigmatización que se asocia con la enfermedad mental incluso puede proceder de familiares, quienes a su vez la reciben de la sociedad.

Determinados factores arraigados en la sociedad, no siempre relacionados directamente con la salud mental, están asociados a la existencia de mitos y estereotipos que generan el estigma:

Realizar generalizaciones erróneas sobre grupos de personas.
Etiquetar y categorizar a las personas: Realizar juicios de valor fijándose sólo en las apariencias.
Predisposición a la burla y el menosprecio de aquello que se aparta de lo normal.
Aceptación acrítica de estereotipos transmitidos socialmente.
Incapacidad para apreciar la diversidad individual en el desarrollo de la enfermedad mental.
Vincular excentricidad, excepcionalidad y diversidad con lo patológico.
Asociación entre enfermedad mental y exclusión social.
Recelo a ser vinculado con alguien que tiene una enfermedad mental.
Temor ancestral al enfermo mental. Miedo del ser humano hacia lo impredecible y desconocido
Asociación, en algunos ámbitos, entre lo psiquiátrico y lo sobrenatural.
Escasez de información y sensibilidad: Desconocimiento sobre la enfermedad mental
Discriminación administrativa sobre aspectos rehabilitadores y laborales.



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