Por Daniel Fisher
Soy un ser humano único y especial: Tanto yo como los otros seres humanos que me rodean, vivimos en un mismo nivel espiritual, mental y físico. Cada uno de nosotros tiene sus propios pensamientos, sentimientos y conciencia de sí mismo, los cuales podemos compartir parcialmente con otros y parcialmente guardarnos para nosotros mismos. Soy mucho más que una máquina química. Soy una persona que recobró su vida definitivamente después de una experiencia etiquetada como “enfermedad mental” y del tratamiento que recibí. Soy tan valioso como cualquier otra persona.
Puedo decirle sí a la vida: Un día más brillante que éste está cerca. No importa
cuán oscuro se muestre el presente, puedo soñar, tener esperanzas y verme con un futuro por delante, porque ser humano significa que no estoy condenado a revivir una y otra vez mi pasado. Puedo aprender a confiar en mí mismo y tolerarme.
Puedo tomar decisiones sobre mi vida: Más aún, sólo yo puedo tomar las decisiones más importantes sobre mi vida. Otros pueden ofrecerme herramientas y apoyo pero yo debo dirigir mi propia vida. Me siento motivado a llevar a cabo las decisiones que tomo porque ellas están conectadas con quien soy yo.
Dirigiré mi proceso de recobrar mi vida definitivamente: Una vieja expresión dice que “Los médicos visten la herida mientras que Dios las cura.” Para mí esto significa que los doctores y otros profesionales pueden reducir los síntomas, pero que cada persona dirige el proceso de recobrar su vida. Los tratamientos, consejos y apoyo de otros, son útiles cuando los utilizamos para recobrar nuestras vidas. Así como la angustia emocional severa afecta todos los niveles de mi existencia, recobro mi vida cuando me hago cargo de todos mis distintos niveles.
Puedo tener relaciones personales valiosas y un trabajo valorado: Tengo el derecho y la necesidad de estar con personas que se preocupen por mí y que me valoren por lo que soy; personas que quieren que sea lo que soy. De igual manera, puedo quererlos y respetarlos. En mis ocupaciones, necesito sentir que puedo tener un impacto positivo y hacer algo significativo en las vidas de las personas alrededor mío; necesito sentir que mis esfuerzos culminan con las metas que me he puesto a mí mismo.
Puedo hacer algo significativo en mi comunidad: Tengo cosas importantes que decir. Puedo ejercer influencia en las personas que están a mí alrededor. Espero que las personas me escuchen y piensen en lo que expreso. Soy una persona y merezco ser respetado. Así podré, luego, respetar a los demás.
Estoy conectado con todos los seres vivos: La tierra y el cielo nos tocan a todos y nos conectan. Necesito luchar contra el impulso de arrastrarme de vuelta a mi caparazón. La vida nos devuelve todo lo que damos. Todo que lo hago afecta a otros y viceversa. “Somos una sola familia bajo el mismo cielo.”
Puedo expresar mis sentimientos y pensamientos: Tengo la capacidad, el derecho y la necesidad de expresar mis sentimientos y pensamientos más íntimos, así como de ser respetuoso con los derechos y necesidades de las demás personas. Mis temores y alegrías tienen sentido para mí y para las personas que quiero.
Puedo amar y ser amado: Soy capaz de dar y de recibir amor. Puedo respetar y valorar al resto de las personas como también ellos pueden respetarme y valorarme a mí.
Tengo el valor para seguir hacia adelante: No importa cuán oscuro se muestre el día o cuán larga sea la noche, sobreviviré. He sobrevivido en situaciones igualmente difíciles y conozco a otros que también lo han hecho.
Creo en mí mismo: Siempre hay un yo en lo profundo de mi ser, capaz de seguir hacia adelante. Puedo creer y tengo confianza en que mi yo profundo me llevará a atravesar y salir adelante en estos tiempos difíciles. Puedo encontrar a otras personas que confían y creen en mí, así como yo puedo confiar en ellos.
Puedo superar las creencias negativas: Además de reforzar las creencias e ideas positivas, es vital dejar de aferrarse, neutralizar o, al menos, suspender las creencias negativas sobre uno mismo y el mundo. Yo creo que la salud –y no la enfermedad o el padecimiento– es nuestro estado más natural.
¿Con cual de ellos te identificas y en qué crees que te ayuda?
¿En cuál de ellos discrepas y en qué aspecto observas que dificulta tu vida?
Un texto excelente. Lo tomo prestado para trabajar con él en el Área Externa de Salud Mental de Tenerife.
ResponderEliminarEsther.