viernes, 22 de enero de 2010

El jardín de los conceptos exóticos



Dentro de la psicología de las emociones, ha habido una especie de regreso a la idea de que las emociones pueden considerarse como reacciones razonables y funcionales, que cumplen un objetivo muy racional. Muchas emociones surgen cuando las representaciones convencionales sobre cómo abordar una situación se rompen, cuando hay dos personas con dos posturas que no encajan. Y ciertos problemas en nuestra sociedad no tienen una solución lógica y racional. Cuando tenemos dos perspectivas irreconciliables, este tipo de situación siempre generará algún tipo de reacción emocional. Creo que las emociones son justamente un intento de reajustar perspectivas que no acaban de encajar, para las cuales no existe una manera lógica de llegar a una síntesis. Esto sucede incluso con las emociones positivas como el orgullo. Esta emoción consiste en decir: “merezco que se me reconozca el mérito, así que debes ajustar tu actitud hacia mí para tener en cuenta que he conseguido este éxito concreto”. Es una manera de reajustar relaciones para reconocer un cambio de estatus y esto no es algo que tenga una base lógica absolutamente racional.

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